¿Cómo nació Desnudas?

¿Cómo nos conocimos? Suena super cursi pero parece que el universo nos unió en los momentos indicados de nuestras vidas. Sofía y yo nos conocimos en la primaria y ella me presentó a Ana Karen y a Val. Majito llegó después, gracias a Val. Y no siempre hemos sido tan unidas, los altibajos de los veintitantos nos han acercado y alejado dependiendo de carga de materias, novios y crisis existenciales. Pero aquí estamos.

Como escucharán en nuestro primer episodio, la idea de nuestro podcast surgió en una noche de mucho tequila. Aunque la confianza ya la teníamos, esa noche se nos soltaron las lenguas y pasó algo mágico: nos abrimos y empezamos a compartir. ¿Qué compartimos? No nos acordamos tan bien pero sabemos que fueron anécdotas acerca de nuestra experiencia como mujeres. Y nace Desnudas.

El 17 de Septiembre del 2018 subimos nuestro primer episodio. Queríamos hacer un espacio, en el que nosotras, primero como amigas, nos sintiéramos en confianza de platicar los temas que quizás nos tenían con insomnio, con muchas dudas o con simple curiosidad. Y grabarlo. Y lanzarlo al mundo. Cuando se nos ocurrió el nombre, desnudarse (metafóricamente) en frente de un micrófono se veía fácil. Al fin y al cabo, eran solo conversaciones entre mejores amigas. Pero conforme fue pasando el tiempo, cada vez que nos juntamos para grabar nos dimos cuenta que el reto sería desnudarnos. Hablar desde un lugar muy honesto, sin miedo a ser juzgadas y realmente aprender a dialogar. Nos dimos cuenta que hay temas que para algunas eran difíciles, otros no tanto y gracias a nuestras diferentes educaciones y personalidades, logramos crear episodios chonchos, con varios puntos de vistas, anécdotas y conclusiones.

Pero realmente lo que nos quitó el miedo a hablar y de contar nuestros secretos mas íntimos, fueron ustedes. Nuestras amigas Desnudas. Porque comenzamos a recibir mensajes con porras, con confesiones, historias, experiencias, opiniones de todo tipo y Desnudas agarró un sentido nuevo. De la nada ya no éramos las cinco grabando en mi depa, sino muchas, por todo el país. Esta comunidad para mí y sé que para mis mejores amigas también, es lo más valioso. Porque en lo personal me empecé a sentir escuchada, vista y apoyada no solo por conocidas pero por completas extrañas y eso ni siquiera es lo mas increíble, sino que nos dimos cuenta que ustedes también empezaron a sentir lo mismo.

Uno de los momentos más especiales para mi fue cuando grabamos con Tani Perez el episodio de ‘La ropa no tiene género’. Fue un excelente episodio y estaba emocionadísima porque soy super fan de ella. Pero cuando apagamos los micrófonos y empezamos a platicar del movimiento MeToo, Tani dijo algo que creo que nunca se me va a olvidar. Nos dijo que lo que estábamos haciendo con el podcast es romper el voto de silencio. El voto de silencio que tomaron las generaciones de mujeres que vivieron en este mundo antes que nosotras como técnica de supervivencia, ya que hablar para muchas de ellas significaba burlas, violencia o hasta la muerte. Al protegerse a ellas mismas, protegieron a sus agresores y de cierta manera nosotras heredamos esa costumbre. Guardar silencio acerca del acoso del maestro porque hablar significa reprobar. Guardar silencio acerca del abuso que recibimos por miedo que no nos escuchen, no nos crean o por miedo a recibir todavía más abuso.

Nosotras no fuimos las primeras en romper este voto de silencio pero nos unimos a las voces de las demás con nuestro podcast, con la esperanza de que las que nos escuchan pierdan el miedo a hablar también.

De cierta manera, todas estamos desnudas. Como mujeres somos vulnerables todo el tiempo porque aunque caminemos por la calle con pantalones y manga larga, la mirada masculina nos ve desnudas. Porque cuando hablamos de lo que nos hace mujeres, los vemos como un tabú y nos sentimos desnudas. Pero nosotras, Valeria, Sofia, Ana Karen, Majo y Mónicas, le estamos perdiendo el miedo a sentirnos desnudas y nuestro podcast y este espacio es una invitación a que ustedes lo hagan también.