Amistades

Últimamente he escuchando mucho la frase “amigos de verdad, los puedo contar con una mano” y no puedo evitar fruncir el ceño. Para mí, las amistades son de las cosas más importantes de la vida y no puedo imaginar limitando mis opciones.

A mis casi 24 años, puedo decir que buenos amigos no los puedo contar ni con los dedos del pie. Tal vez puedo ser una persona ingenua o quizá tuve suerte, pero yo creo que se debe al trato que tengo con cada una de ellas. En la vida hay que tratar a la gente como quieres que te traten y si en el camino se te cruza alguna persona con la que tienes una conexión especial, hay que dar un extra para hacer que esa alma que tanto te hace sentir bien se quede en tu vida para siempre.

Una de las lecciones más grandes que me dio mi mamá fue durante una de mis crisis existenciales de la preadolescencia y hasta la fecha la sigo utilizando como consejo de vida. Recuerdo que estaba en sexto de primaria y yo juraba a llantos que el universo conspiraba contra mí y por eso no tenía amigos. Mi mamá con una leve sonrisa me hablo de mis “tías”—sus amigas de la infancia— que, hasta la fecha, a pesar de la distancia y las circunstancias de la vida seguían siendo sus fieles compañeras.

Me explico que los seres humanos no somos perfectos y durante la vida pasamos por diferentes etapas con constantes cambios en nuestros estados de ánimo y que a veces esos cambios pueden ser chocantes con los de nuestros amigos; es ahí donde nace la importancia de tener diversidad en tus amistades. A veces necesitas a esa amiga que está dispuesta a escuchar tus llantos a las tres de la mañana y otras a esa amiga que baila contigo hasta el amanecer y no tiene nada de malo.

Como vas creciendo te vas dando cuenta de qué tipo de personas necesitas en tu vida y cuáles solo están para darte una lección y seguir creciendo. Pero en el momento en que encuentres un alma que quieres conservar a tu lado para siempre, hay que cuidarla como a las plantas, regarla de conocimiento y alagos, protegerla de pensamientos negativos y malas rachas y podarla para arreglar cada desacuerdo o malentendido acumulado.

Los amigos son los psicólogos, payasos, estilistas, chefs y acompañantes que todos necesitan en sus vidas, a los que solo se les tiene que pagar dándoles a entender que siempre estas y estarías ahí para ellos en la buenas y en las malas.

No soy perfecta y sé que por circunstancias de la vida puedo llegar a descuidar de mis amigos, pero siempre trataré de recordarles lo importante que son en mi vida y jamás me cerraré a la oportunidad de permitirle a nuevas almas entrar en mi vida.