top of page
  • Writer's pictureSofía Acosta

A vivir sin miedo

Después de leer tres de los blogs de mis mejores amigas y por fin sentarme a escribir el mío, la periodista, con cuatro años y medio de carrera y no sé cuántos millones de pesos invertidos en ella, se bloqueó. Lo que hago para ganarme la vida es escribir. Escribo todos los días. Leo todos los días.


Pero, hace mucho, pero mucho tiempo que no escribo de lo que realmente soy; porque el trabajo “soñado” me pone límites de cómo debo de escribir y de qué tengo que hablar. Porque, a veces, prefiero bingearme todas las series del mundo en lugar de regresar a lo que me llena, que es escribir desde mi más intrínseco ser, sin ataduras, sin temor, sin preocupación.


Con Desnudas, sucede algo completamente distinto. Cuando empezamos este proyecto, como bien describió Mónica en su blog—borrachas hasta su madre de tequila, en el asiento de atrás de un carro y apachurradas—no puedo dejar de pensar en lo afortunada que soy de tener un espacio en donde pueda desnudarme y sentir como fluye por mi cuerpo, esa Sofía que a veces se pierde y no la puedo encontrar. Las ataduras, el temor y la preocupación desaparecen por un rato. Y luego, después de terminar de grabar Desnudas, recuerdo que soy adulta, y volvemos a empezar.


Con el blog de Valeria, confirmo exactamente ese lugar en el que me pierdo y no me encuentro. Es una pelea interna a la que me estoy acostumbrando todos los días. A veces, me siento de cuarenta y cinco años. Otros días, de solo quince. A veces, mis decisiones me cuestionan cada paso que doy y, otras veces, me asombra mi fuerza.


Pero con Desnudas, encuentro esa paz interior, que también la encuentro en los libros de Isabel Allende o las sorpresas que me dan otras escritoras como Laura Esquivel. Esa misma paz siento cuando estoy en la playa y escucho el sonido del mar, o hago pilates y recuerdo de lo que mi cuerpo es capaz. Creo que este año de puros, purititos cambios en mi vida me ha enseñado a buscar esos momentos que me hacen sentir en sintonía con lo que soy. O lo que significa ser yo. O lo que aspiro a ser. O lo que ya soy.


Estos meses han sido de emprender con cinco amigas un proyecto que significa para cada una de nosotras algo diferente, pero, al mismo tiempo, algo igual: encontrar nuestra propia voz, unidas, sin soltarnos de la mano. Y sin miedo. Sin miedo a Desnudarnos.


Ana Karen, en su blog, habla de que nadie va a limitar sus opciones de cuántas amistades puede tener. Y coincido con ella, porque en los últimos meses hemos visto cuántas amigas nuevas hacemos en esta comunidad que con los días crece. Todas ustedes se han convertido en parte ya de nuestra vida y nos han marcado de la manera más bonita. Gracias por escucharnos, gracias por estar.


Bienvenidas Desnudas, a vivir sin miedo.


P.D: Cuando escribí este blog todavía no había leído el de Majito pero sé que va a estar bien chingón… y bien profundo. Te quiero, Majito.










47 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


bottom of page